martes, 13 de abril de 2010

La pendiente resbaladiza de la maldad

     ¿Sabemos de qué seríamos capaces en una situación extrema a la que nunca nos hubiéramos enfrentado? ¿Somos realmente quienes creemos que somos? La sombra oscura de la violencia y de la perversión yace en el interior de cada uno de nosotros. Puede sonar chocante e incluso insultante, pero es la conclusión que se desprende de la investigación que llevó a cabo Philip Zimbardo, sicólogo de la universidad de Standford, y autor del famoso y macabro experimento de la prisión de Standford, realizado en los años 70 para estudiar la reacción de unas cuantas personas recluidas en un lugar hostil y sometidas a duras circunstancias.

       En este experimento, realizado en la universidad de Standford, se escogía a un número de personas que iban a jugar a ser guardias de prisión y prisioneros durante dos semanas. Qué personaje era cada uno se elegía al azar, lanzando una moneda al aire. Los que salían elegidos prisioneros fueron detenidos en sus propias casas por la policia para dar un toque más realista al experimento. Estos eran desnudados y encerrados en celdas. Los que hacían de guardias se relevaban por turnos, de tres en tres. El sicólogo que llevó acabo este experimento, Philip Zimbardo, ejercía de director de la prisión. Al final de cada día se reunían para hacer balance y hablar. 
     Los guardias, a medida que iban avanzando las horas y los días, se volvían más sádicos, humillando y maltratando a los prisioneros. Los niveles de perversión aumentaban continuamente. Eran personas normales que nunca habían hecho nada así, pero que al vestirles con uniforme y darles un rol de guardia se transformaban, dejaban salir su lado más perverso. Los prisioneros cada vez se sentían peor, más desesperados, hundidos e incluso deprimidos.
     Lo que tenía que ser un experimento de dos semanas acabó durando solo seis días, ya que de haber seguido con el, las consecuencias y los niveles de perversión y desesperación hubiesen llegado a un punto incontrolable.

     De este experimento se desprende que aparte de las personas "normales", es decir la mayoría de nosotros", poseemos una parte perversa y oculta, que en un ambiente determinado puede aflorar. Las malas compañías, amistades, etc son las que hacen que ese demonio pueda salir a la luz. Por eso es muy importante el ambiente en el que vives, que influencia directamente nuestra manera de ser. Cuando te rodeas de gente negativa y triste, al final acabas apagándote como ellos. Por el contrario cuando te rodeas de gente risueña, que hace bromas y se lo pasa bien, tu sonríes y te vuelves igual de feliz y alegre.
     Al escoger a nuestros amigos o a nuestra pareja, creo que deberíamos prestar atención sobre todo a que valores y actitud tienen ante la vida.


Os dejo a continuación el video de la entrevista que Eduard Punset le hizo al sicólogo que llevó a cabo el experimento:


1 comentario:

  1. El tema de los experimentos sociológicos es sumamente interesante, además de sorprendente en cuanto a sus resultados. Después de conocer experimentos como éste u otros, como el experimento de Asch, de Milgram, el Robber's case, etc. uno llega a la conclusión de que la mente humana (sea lo que sea esto) es realmente terreno altamente desconocido. Recomiendo la película "El experimento", de Oliver Hirschbielgel, que está basada precisamente en los hechos de Standford. Y, por supuesto, el libro "1984", de George Orwell. Gracias, Darío, por abordar este tema y enhorabuena por tu blog!

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