domingo, 6 de febrero de 2011

La importancia de trabajar y de aprender


       Después de meses sin escribir he vuelto a animarme a seguir actualizando el blog. Espero que le guste a mis lectores, aunque sean pocos pero seguro son los mejores :)


        Esta entrada es una reflexión de la importancia que tiene el trabajo y cómo la crisis que tenemos en España no es solo económica sino social.


        La necesidad de trabajar no atiende solo a una cuestión económica, que por su puesto es un motivo principal, sino también a una necesidad sicológica que tenemos. El trabajo, el esfuerzo por superarnos cada día, de seguir adelante es un motor que nos hace continuar, progresar y sentirnos bien con nosotros mismos. No solamente es importante el trabajo remunerado, sino también aquél que se basa en pequeñas cosas de la vida cotidiana. El cerebro y el cuerpo se amoldan a lo que nosotros les llevamos a trabajar. Cuanto menos pensemos y menos esfuerzo hagamos, más trabajo nos costará realizar cualquier tarea de índole mental o física. Hay un médico reputado en Málaga (Ciudad al sur de España para aquellos que nos leen desde otros países) que con ochenta y pico años se decidió a tocar el piano. Un amigo mio es quien le daba clase, y él le preguntó por qué se decidió a aprender a tocar un instrumento a su edad, a lo que el señor mayor le contestó que la única manera de mantenerse vivo, con fuerza, con ánimo y ganas de vivir es seguir aprendiendo, trabajando, manteniéndonos activos. En mi opinión coincido totalmente con este señor al haber experimentado baches anímicos en momentos de tremenda pasividad e inactividad total.


          No sabríamos valorar unas vacaciones o el tiempo de relax si no trabajásemos, al igual que no sabríamos disfrutar y saborear la felicidad si siempre estuviésemos felices, ya que no conoceríamos otro estado anímico. Es por tanto una oportunidad de pisar el acelerador para seguir adelante cada uno de los baches que nos vamos encontrando por el camino, los cuales nos hacen más fuertes tras haberlos superados. Mucha gente tiende a la autocompasión en detrimento de la autoestima y como elemento justificante para la pereza, vagancia y ausencia de productividad. Al fin y al cabo es siempre una opción personal el querer empujar más o menos para seguir a delante, pero no hay más remedio que hacerlo sino queremos estancarnos en el limbo terrenal.


    
    A todas las personas que están en paro o pasando una dura situación les mando mis más grandes deseos y ánimos para que luchen por salir a la calle cada día a buscar trabajo y que luchen por seguir a delante sin importar lo fuerte que sea la tormenta o lo brusco que sople el viento.





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